PROTECCION FACIAL

Protección facial: tipos y mantenimiento

Los equipos de protección perso­nal (EPP) son elementos de uso individual destinados a dar pro­tección al trabajador frente a even­tuales riesgos que puedan afectar su integridad durante el desarrollo de sus labores.

Entre los EPP se encuentran los pro­tectores faciales, elementos que per­miten la protección contra la proyec­ción de partículas y otros cuerpos extraños.

Para garantizar una protección eficaz contra los riesgos, los protectores fa­ciales deben mantenerse duraderos y resistentes frente a numerosas ac­ciones e influencias, de modo que su función protectora quede garantizada durante toda su vida útil.

La elección de un equipo protector requerirá, en cualquier caso, un cono­cimiento amplio del puesto de trabajo y de su entorno. Por ello, la elección debe ser realizada por personal capa­citado y la participación del trabajador será de capital importancia. Antes de comprar un protector facial, este de­bería probarse en el lugar de trabajo.

La elección de un protector con­tra los riesgos de impacto se realizará en función de la energía del impacto y de su forma de inciden­cia (frontal, lateral, indirecto, etc.). Otros parámetros, como fre­cuencia de los impac­tos o naturaleza de las partículas, determinarán la necesidad de caracte­rísticas adicionales como resistencia a la abrasión.

Tipos de protectores faciales

Podemos encontrar distintos tipos de equipos de protección facial:

  • Protectores tipo mallas o pantallas.
  • Protectores para soldaduras.

Pantallas de protección

Existen los siguientes tipos de panta­llas de protección:

  • Pantalla facial: protector de ojos que cubre la totalidad o una parte del rostro.
  • Pantalla de mano: pantallas facia­les que se sostienen con la mano.
  • Pantalla facial integral: protectores de ojos que cubren cara, gargan­ta y cuello, pudiendo ser llevados sobre la cabeza mediante un arnés de cabeza o casco protector.
  • Pantalla facial montada: este tér­mino se utiliza al considerar que los protectores de los ojos con protección facial pueden ser lleva­dos directamente sobre la cabeza mediante un arnés de cabeza, o conjuntamente con un casco de protección.

Las pantallas de protección se clasifi­can en función de los siguientes ele­mentos:

  • Según el tipo de montura: soldadura, textil con recubrimiento reflectante, otras.
  • Según el marco o mirilla: fijo o mó­vil.
  • Según el sistema de sujeción: suje­tas a mano, por arnés, acopladas a casco de seguridad, acopladas a dispositivo respiratorio.
  • Según el material del visor: plásti­co, malla de alambre o malla textil.

Las mallas pueden estar conformadas por distintos materiales para diferen­tes usos, además de tener acoplados varios tipos de visores.

Los visores se caracterizan por:

  • Pantalla fabricada en policarbonato para proteger la cara de golpes, im­pacto de partículas, polvo, chispas y salpicadura química.
  • Diseño envolvente, suministra pro­tección frontal y lateral desde la frente al mentón.
  • Filtro UV.
    • Ranuras distribuidas en la banda superior para un firme montaje en el soporte.
    • Aptos para la protección ante altos impactos.
    • Las aplicaciones de las pantallas son múltiples, desde siderurgia, minería y construcción, hasta química, hidrocar­buros y electricidad, entre otros.

    Protectores para soldadura

    Conformados por distintos materiales para diferentes usos, como la solda­dura por arco, a gas, por resistencia y por rayo de energía. Ente los pro­tectores para soldadura están los con­vencionales, fotosensibles y las gafas para soldar.

    Mantenimiento

    La falta o el deterioro de la visibilidad es un origen de riesgo en la mayoría de los casos. Por este motivo, lograr que esta condición se cumpla es fundamental. Para conseguirlo estos elementos se deben limpiar a diario procediendo siempre de acuerdo con las instrucciones de los fabricantes.

    Con el fin de impedir enfermedades de la piel, los protectores deben desinfectarse periódicamente y siempre que cambien de usuario, siguiendo igualmente las indicaciones dadas por los fabricantes para que el tratamiento no afecte a las características y prestaciones de los distintos elementos.

  • Antes de usar los protectores se debe proceder a un examen visual de los mismos, comprobando que estén en buen estado. De tener algún elemento dañado o deteriorado, se debe reem­plazar y, en caso de no ser posible, po­ner fuera de uso el equipo completo.

    Indicadores de deterioro pueden ser: coloración amarilla de los oculares, arañazos superficiales en los oculares y rasgaduras, etc.

    Para conseguir una buena conservación, los equipos se guardarán, cuando no estén en uso, limpios y secos en sus correspondientes estuches. Si se quitan por breves momentos, se pon­drá cuidado en no dejarlos colocados con los oculares hacia abajo, con el fin de evitar arañazos.

    Se vigilará que las partes móviles de los protectores tengan accionamiento suave. Los elementos regulables o los que sirvan para ajustar posiciones se deberán poder retener en los puntos deseados sin que el desgaste o enve­jecimiento provoquen su desajuste o desprendimiento.